El banco central turco sorprendió este jueves con una fuerte subida del tipo de interés de referencia, que pasó del 17.5% al 25% para intentar evitar un repunte de la inflación.
«El Comité decidió continuar el proceso de endurecimiento monetario para establecer lo más rápido posible el rumbo de la desinflación (…) y controlar el deterioro del comportamiento de los precios», indicó el banco central en su comunicado.
«Algunos indicadores recientes apuntan a un aumento continuado de la tendencia subyacente de la inflación», añadió.
Este nuevo aumento, de magnitud inesperada, lleva la firma del nuevo equipo económico turco que tomó sus funciones tras la reelección a finales de mayo del presidente Recep Tayyip Erdogan, arduo defensor de los tipos de interés bajos.
Ante una inflación todavía cercana al 48% y una crisis económica de la que Turquía sufre para salir, el jefe del Estado consintió por ahora un aumento de los tipos.
Después de otras dos subidas limitadas del tipo de referencia, el presidente turco dio finalmente carta blanca a la nueva gobernadora del banco central, Hafize Gaye Erkan, y al ministro de Economía Mehmet Simsek, consideran los analistas.
El jueves por la tarde, la lira turca ganó algo de valor respecto al dólar, con un cambio de unas 26,81 liras por dólar.
Tras las elecciones, Ankara redujo su dispositivo de defensa de la lira turca, respaldada artificialmente durante meses mediante ventas masivas de divisas para evitar su desplome.
La moneda perdió una cuarta parte de su valor respecto al dólar desde finales de mayo.