El juzgado de Primera Instancia número 47 de Madrid ha declarado en situación de rebeldía al cantante Alejandro Sanz al no ser capaz de localizarlo para que haga frente a los tres millones de euros que fue condenado a pagar en Miami. Un juez de esa ciudad lo condenó hace dos años por las cuantiosas deudas que arrastra por los préstamos impagados que solicitó para comprar dos propiedades en esa ciudad norteamericana.
Un asunto con origen en Estados Unidos pero que ha trascendido a la justicia española, que ahora busca ejecutar la sentencia de hace dos años de la corte de Miami por la que el cantante ha sido condenado al pago de esos tres millones que no ha abonado.
Al no ser capaz de notificarle la resolución judicial en persona, la jueza ha declarado a una de las empresas del artista, Alkazul SL, «en situación de rebeldía«. Al no presentarse en el procedimiento, la jueza interpreta que el cantante estaría intentando esquivar por todos los medios la resolución para alargar el proceso y no hacer frente a la deuda.
Algo que podría agravarse todavía más, puesto que de seguir sin dar señales de vida al juzgado, Sanz podría ser declarado en busca y captura, de forma que el asunto, que por el momento solo tiene connotaciones económicas, podría derivar en un proceso con consecuencias penales.
Ajeno a la situación, el cantante continúa con su gira por Estados Unidos y no se ha pronunciado sobre el asunto, al que sin embargo sí ha reaccionado su exmujer, Raquel Perera.
Dejando claro que no es la «portavoz oficial» del artista, Perera ha reconocido que no tiene «ni idea» de por qué Sanz no ha dado señales de vida a la Justicia española, pero sí ha asegurado que no está «desaparecido«.