La adhesión de Irán a los BRICS, el bloque de países emergentes formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, es un «éxito estratégico para la política exterior» de la República Islámica, declaró este jueves un alto responsable iraní.
«La adhesión permanente al grupo de las economías emergentes mundiales constituye un acontecimiento histórico y un éxito estratégico para la política exterior de la República Islámica», publicó en la plataforma X (antiguamente Twitter) el consejero político del presidente Ebrahim Raissi, Mohamed Jamshidi.
El grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), reunidos en una cumbre en Johannesburgo, incluirá a partir de enero a seis nuevos miembros, anunció el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa.
Irán, Argentina, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos se incorporarán al grupo de los países emergentes, que busca ganar influencia en la escena internacional.
Según Rampahosa, la adhesión entrará en vigor el 1 de enero de 2024.
El miércoles, las autoridades sudafricanas habían anunciado que los países miembros estaban de acuerdo en ampliar el grupo.
Unas cuarenta naciones habían solicitado la adhesión o mostraron su deseo de incorporarse al bloque creado en 2009, que representa casi un cuarto del PIB y un 42% de la población mundial.
En los últimos años, Teherán se ha vuelto hacia organizaciones sin miembros occidentales, con el objetivo de romper su aislamiento y revitalizar una economía debilitada por las sanciones impuestas por Occidente.
Así, la República Islámica se unió a la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), una entidad regional establecida en 2001 y que tiene, entre sus miembros fundadores, a Rusia y China.
En paralelo, Teherán reforzó sus lazos con China y Rusia en el marco de una estrategia orientada hacia el este, en tanto las relaciones con los países occidentales permanecen tensas, pese a unas discusiones indirectas iniciadas con Washington.