Santo Domingo Oeste. Han pasado tres días desde que Marcos Antonio Montero se lanzó a las aguas de la cañada de Guajimía, en Santo Domingo Oeste, y su paradero sigue siendo un misterio.
La cañada, afectada por los estragos de la tormenta tropical Franklin, estaba más crecida de lo habitual y llena de desechos el martes, alrededor de las 2:00 de la tarde, cuando Montero tomó la decisión.
Sus seres queridos están desconcertados, ya que, según indican, él no enfrentaba problemas de depresión y era conocido por su alegría y su devoción religiosa. Sus familiares siguen esperando noticias y mantiene la esperanza de encontrarlo sano y salvo.
Este viernes, continúa la búsqueda del hombre de 47 años. Sus familiares gestionaron a través del Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste una retro excavadora con la intención de poder levantar los desechos acumulados en la cañada.
Su hermana, Deyanira Montero, expresó que no tiene paz al no tener información sobre su pariente y que espera en Dios que él esté bien, pero de todas maneras quieren descartar la posibilidad de que pudiera estar atrapado entre los desechos.
Indicaron que, de no estar ahí, realizarían una búsqueda más a fondo donde desemboca la cañada en el río Haina y también buscarlo por tierra.
«Puede ser que él ya haya salido y que esté por ahí desorientado y realmente la ansiedad que nos provoca esa situación de día con día, de ver cómo pasan las horas y todavía sin ningún resultado nos acongoja, después que cayeron todas esas aguas que todavía no hemos sabido nada de él», manifestó mientras acudió una vez a la cañada.
Agregó: «Es muy difícil cuando tú tienes una persona desaparecida que tú no sepas su estado que si vivo, que si muerto, si es muerto por lo menos tú cierras un capítulo de por lo menos entender que tuvo un desenlace, aunque te duela. Pero que esté desaparecido es algo que nos agobia y realmente queremos terminar con esta situación».
Marcos se dedica a las labores de plomero y fue descrito por sus familiares como un hombre alegre y trabajador.