La Paz. – Autoridades locales de la ciudad boliviana de Cobija, fronteriza con Brasil, declararon la «alerta naranja» debido a la crecida del río Acre, cuyas aguas ya ocasionaron graves inundaciones a principios de este año, informó este jueves a EFE la alcaldesa de esa urbe, Ana Lucía Reis.
«Hemos declarado ‘alerta naranja’ por la crecida del río. Si bien por ahora no está lloviendo en la cabecera del río, el nivel del agua llegó a los 9,40 metros, cuando en septiembre eran solo 60 centímetros», dijo Reis.
La autoridad mencionó que «es importante» haber declarado la «alerta naranja» por «precaución», para que las familias que viven muy cerca del río «tomen previsiones».
La alcaldesa explicó que cuando el nivel del agua llega a los 11 metros, ya se registran desbordes y posteriormente inundaciones.
«Ahora no estamos en ese nivel, pero estamos cerca, Estos últimos días no hemos tenido lluvias y eso es bueno, pero tenemos información de que el 31 de diciembre el nivel del agua subirá, por lo que hay que estar preparados», manifestó Reis a EFE.
A principios de este año, el desbordamiento del río Acre debido a las constantes lluvias elevó el agua hasta los 17 metros, nivel que sobrepasó el récord registrado en 2015, cuando el agua llegó a los 15 metros.
«Todas las familias ya están avisadas, todos los funcionarios están trabajando en la zona porque ya tenemos la experiencia de lo que pasó en enero, cuando hemos tenido grandes inundaciones», añadió la alcaldesa.
El río Acre es un afluente amazónico internacional que pasa por Bolivia, Perú y Brasil, país donde tiene su mayor recorrido.
Los primeros dos meses de este año, el caudal se desbordó en Bolivia y se registraron grandes inundaciones, tanto en zonas urbanas como rurales.
La alcaldesa de Cobija dijo que en diciembre «nunca» se había registrado un nivel alto del agua del río como en esta ocasión.
«Todo esto se debe a la contaminación del aire por las quemas que hubo en septiembre», enfatizó.
Pando fue uno de los departamentos más golpeados por las lluvias en Bolivia que han provocado inundaciones, derrumbes de casas, deslizamientos en varias regiones del país a principios de año.
La nueva temporada de lluvias que comenzó en noviembre en el país ha dejado hasta el momento 14 personas fallecidas y 16.013 familias entre damnificadas y afectadas, según los últimos datos oficiales.