Cada 3 de marzo se celebre el Día Mundial de la Audición y la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora la jornada para la concientización acerca de cuidados a tener presente para mantener una buena salud auditiva.
En la actualidad, estamos frente a un cuadro de contaminación sonora, que afecta al medio ambiente e impacta en la salud. Y ninguna época anterior puede ser comparada con la que nos toca vivir, sus efectos negativos son inmediatos y su acumulación produce además deterioro físico, psíquico y social.
Estar en un ambiente silencioso es lo ideal pues brinda equilibrio, tranquilidad y favorece la concentración, mientras que los ruidos crean un ambiente desagradable e invasivo, produciendo un estrés continuo. Porque los ruidos perturban, producen molestias, fatiga, irritación y en algunos casos angustia y mal humor.
Existen evidencias científicas que demuestran que la contaminación acústica, tiene un efecto notable sobre el sistema nervioso propiamente dicho y sobre el sistema endocrino al incrementarse la producción de adrenalina y cortisol.
Provoca en las personas un cuadro de hipersensibilidad emocional y también de enojo, molestias que empeoran de acuerdo a la hora en que los ruidos son más intensos, pues no es lo mismo su percepción de día que de noche o los días laborables con respecto a los días feriados. Y también es distinto cómo repercute ese impacto en niños, adultos mayores, embarazadas o personas con deterioros cognitivos.
Las personas pueden volverse ante los ruidos más agresivas, vulnerables, y pueden sufrir de cefaleas, dilatación de pupilas, agitación, tensión muscular e irritabilidad.
La audición es una herramienta que necesitamos para poder comunicarnos. El ruido puede definirse como un conjunto de sonidos, y para la OMS los sonidos deseables tienen hasta 50 decibeles (dB) y recomienda no exponerse a más de 55 dB durante la noche, ya que podría resultar dañino, se sabe que los ruidos de 60 a 70 dB son nocivos, ya por encima de los 70 dB son considerados peligrosos, más aún si se mantienen en el tiempo.
La presión sonora en Buenos aires está regulada por la Ley N °1540, que establece los rangos de seguridad. Pero actualmente estamos frente a una necesidad imperiosa de volver a hacer un diagnóstico de la situación sonora. Por el impacto notable sobre la salud.
La OMS calcula que el 5 % de la población mundial (cerca de 5 millones de personas) tienen algún problema auditivo y prevé que para el año 2050 serán 900 millones de personas, o sea 1 de cada 10 personas tendrían pérdida de la audición, transformándose en un verdadero problema discapacitante. Recordemos que la hipoacusia ocupa el tercer lugar entre las patologías que conllevan años de vida con discapacidad.
Este año, el lema del Día Internacional de la Audición es “Un cambio de mentalidad. ¡ que el cuidado del oído y la audición sea una realidad para todo el mundo”.
Es muy importante que ante la presencia de disminución de la audición, o la falta de audición de manera súbita, siempre consulte al especialista.