La Lidom celebra que la implementación del reloj para regular el tiempo que toma un lanzador entre pitcheos haya reducido la duración de los partidos en 23 minutos y 44 segundos. Los 149 juegos de la serie regular promediaron 3:10, con 54 que no alcanzaron las tres horas y uno de 2:18.
«Como liga estamos más que satisfechos con el desempeño del reloj y sus resultados. Algunas cosas que mejorar que las evaluaremos al terminar la temporada», dijo a DL Vitelio Mejía, presidente de la Liga Dominicana de Béisbol.
De hecho, los 25 partidos en el estadio Julián Javier apenas duraron 3:01 y los 50 choques en los que intervinieron los potros cronometraron 3:03, según los box scores de la plataforma de la MLB.
Pero no fue la única de las innovaciones que introdujo la Liga en esta edición 70 del campeonato que arroja datos que mueven la aguja hacia arriba; la introducción de almohadillas más grandes disparó el robo de bases a niveles históricos e impactó en la anotación de carreras.
Los seis equipos se combinaron para estafarse 369 almohadillas, un incremento de un 41% con relación a las 261 del torneo pasado. Esa subida llevó la media de hurtos por juego a 2.48, lejos de la 1.74 de la zafra anterior.
Las Estrellas Orientales lograron 107 robos, la primera vez que un equipo supera el centenar, de acuerdo a Winter Ball Data.
Los paquidermos tuvieron a tres jugadores con cifras dobles en robos; el líder Vidal Bruján (24), Dairon Blanco (19) y Roel Santos (10). Una estadística que repercutió en la creación de carreras para los verdes, que con 232 fueron segundos en ese renglón.
Las bases que se utilizan en el actual campeonato son del tamaño similar a las de la MLB, que recortan hasta en 4.5 pulgadas la distancia entre primera y segunda.
Más vueltas
En el torneo que honra a Onfalia Morillo, los equipos anotaron la mayor cantidad de carreras de las últimas 12 temporadas.
Un juego promedio del torneo ha visto pisar la goma en 9.06 veces. Hay que irse a la edición 2012-2013 para encontrar una media superior (9.70).
La producción puede explicarse con un salto en los hits (16.7, el en torneo pasado fue de 14.7), un disparo en los dobles (3.07 contra 2.75) y el jonrón también aumento (1.01 desde 0.93).