Rusia rechazó este viernes cualquier responsabilidad en la caída del avión en el que viajaba de Yevgeny Prigozhin, al que se presume muerto, después de que la inteligencia estadounidense apuntase a que pudo deberse a un ataque intencionado, quizá con una bomba.
Prigozhin lideraba el grupo mercenario Wagner, implicado en la guerra de Ucrania y en conflictos en África y en Siria, y protagonizó hace dos meses un breve motín contra el líder ruso, Vladimir Putin.
Su avión se estrelló el miércoles poco después de salir de Moscú con destino a San Petersburgo; junto a Prigozhin viajaba la cúpula de Wagner, según la autoridad de aviación civil de Rusia. Los equipos de rescate encontraron 10 cadáveres y los medios estatales rusos dieron por muerto a Prigozhin, a quien Putin elogió el jueves como un “talentoso hombre de negocios” que «cometió graves errores».
Una evaluación preliminar de la inteligencia estadounidense indicó que el avión fue derribado por una explosión intencional. Un oficial estadounidense que vio la evaluación dijo que afirmó que Prigozhin era “muy probablemente” el objetivo y que la explosión coincide con la “larga historia de Putin de intentar silenciar a sus críticos”.
“En este momento hay muchas especulaciones sobre este accidente aéreo y las trágicas muertes de los pasajeros, incluido Yevgeny Prigozhin”, dijo el Kremlin el viernes en una conferencia telefónica. “Por supuesto, en Occidente esas especulaciones son publicado desde cierto ángulo, y todo es una completa mentira”, agregó, sin confirmar en cualquier caso que el líder mercenario esté muerto.