Washington.- Estados Unidos afirmó este viernes, tras la muerte de tres misioneros en Haití, que la situación de seguridad en ese país «no puede esperar» y subrayó que esa es la razón por la que el presidente, Joe Biden, ha reclamado el rápido despliegue de la misión multinacional de apoyo.
«Nuestros corazones están con las familias de los asesinados. La situación de seguridad en Haití no puede esperar», indicó un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, en inglés) de la Casa Blanca.
Su comunicado llega después de que se conociera que el jueves fueron asesinados en Haití tres misioneros, entre ellos la hija y el yerno de un legislador de Estados Unidos.
Según confirmó este viernes la organización Misiones en Haití, los hechos ocurrieron cuando pandilleros llegaron a bordo de tres vehículos a un orfanato que alberga a decenas de niños en Lison 49, al norte de Puerto Príncipe, bajo el control de las bandas desde hace meses.
Sus muertes se suman a los miles de víctimas a manos de las bandas armadas cuya violencia intentará frenar la misión multinacional de apoyo a la seguridad, liderada por Kenia y que se espera que llegue en breve.