El equipo de Woking llegó a las diez coronas en Singapur para ser el segundo más ganador de la historia, pero el festejo quedó bajo la sombra de una batalla entre Lando Norris y Oscar Piastri que, finalmente, estalló.
Con seis fechas de antelación, tres de las cuales serán con carrera sprint, McLaren selló el título de Constructores. Así de avasallante fue el andar del equipo de Woking en 2025 para llegar a su décima corona de equipos y quedar como único escolta de Ferrari en el rubro histórico (los de Maranello tienen 16).
La plana mayor de McLaren, con Zak Brown (el CEO) y Andrea Stella (el director) subieron al podio a celebrar la conquista. A puro champán y confeti, pero en el ambiente quedó algo muy marcado: la rebelión interna. El clima naif que desde la cúpula querían mostrar en plena batalla por la corona entre Oscar Piastri y Lando Norris se sabía, desde hace rato, que se rompería. Las reglas papaya con las que intentaron manejar cada situación, en algún momento se iban a resquebrajar. Especialmente del lado del australiano, porque vio que la mayoría de las veces complacen al inglés, el corredor que fue ungido como titular desde las inferiores de Woking.
El problema se dio en la largada. Piastri no movió bien desde el tercer cajón y Norris, quien partió quinto, se metió por adentro en una maniobra muy ajustada y hubo toque fuerte entre los dos MCL39. El australiano, líder del Mundial, casi termina contra la pared. Y comenzaron los mensajes por radio. Piastri se quejó agriamente por la situación, a la espera de que los dueños del reglamento papaya pidieran devolución de puesto. Vale recordar que en Monza le ordenaron a Piastri dejarle el lugar a Norris porque al inglés se le trabó un neumático en la parada en boxes. Insólito.
Piastri no ocultó ni un poco su malestar con las determinaciones del equipo en la carrera de Singapur. Los comisarios deportivos evaluaron la maniobra con Norris y decidieron que no era para sancionar. “Consideramos lo mismo”, le dijeron al australiano por la radio. "No es justo", respondió. En el giro 44, ante una consulta del ingeniero de carrera, el de Melbourne fue terminante: “Hagan lo que ustedes consideren mejor. Yo no sé”.
Un dato no menor: en los festejos de McLaren en el podio por el título de Constructores faltaba alguien: sí, Piastri. El australiano estaba dando notas en el corralito de prensa. “Obviamente fue una carrera difícil y una primera vuelta difícil, pero no he visto la repetición… así que iré a echar un vistazo. Es una gran noche para todo el equipo, pero no es la carrera que esperaba. Esta noche es el resultado de mucho trabajo duro, no solo este año, sino muchos años, así que es un momento de gran orgullo para mí formar parte de ello”, dijo.
Cuando lo consultaron por si había un cambio en las reglas internas de McLaren, señaló: “No lo sé, no vi la maniobra. Necesito revisarlo primero antes de hacer cualquier comentario. ¿Si se jugó limpio? Sí, creo que sí, no creo que hubiera intención de contacto, pero lo hubo y necesito mirar la repetición y ver exactamente qué sucedió”.
Stella, con las burbujas del festejo por el título en su ropa, habló sobre los comentarios cortantes de Piastri por la radio: “Primero que nada, tenemos que poner todo en perspectiva: estos son comentarios de un piloto en un auto de F1, el calor del momento, la información, es solo su punto de vista sobre el avance de Lando hacia él. Como siempre, tendremos buenas conversaciones, partiremos de ahí y saldremos fortalecidos. Este ha sido el proceso para construir juntos un equipo fuerte, del cual los pilotos son una pieza fundamental”.
“Lo analizaremos con más profundidad el lunes, pero claramente es una carrera dura”, fue lo único que dijo Brown. Sobre la maniobra de la polémica, Norris explicó: “Estaba resbaladizo y también mojado en muchos sitios, pero es carrera y lo puse por dentro, tuve una pequeña corrección, pero nada más que eso”.
Después del GP de Países Bajos, 15ª fecha, Piastri lideraba con 34 puntos de ventaja sobre Norris. Finalizado el GP de Singapur, 18ª cita, la brecha se achicó a 22. No se puede soslayar que en Bakú el australiano se mancó solo al terminar contra la pared en la primera curva. Pero McLaren tiene el gallinero revuelto. Nada tapará ni opacará su enorme título de Constructores, el segundo en fila. Pero las reglas papaya están quedando cortas y, por si algo faltara, Max Verstappen se sigue acercando. Llegará a Estados Unidos a 63 de Piastri. Hace tres carreras estaba a 104…
Fuente: ESPN
