
Santo Domingo.-Todos hemos tenido un mal día, alguna vez. Son momentos en los que nos sentimos agotados o desmotivado, sin fuerzas ni ganas de ponernos en marcha y desarrollar nuestras actividades, sobre todo cuando las circunstancias son difíciles o después de sufrir mucho estrés. Son situaciones esporádicas pero normales.
Sin embargo, esta sensación ha pasado de ser la excepción para convertirse en la regla, para muchas personas. El agotamiento mental se ha generalizado en parte de la población, y en algunos casos se vuelto crónico, a partir de la pandemia, la crisis económica, la guerra y sus derivados.
El “agotamiento o cansancio mental” es una expresión coloquial para referirse a la sensación de fatiga o hastío que podemos experimentar ante situaciones con escasa presencia de cambios o en las que predomina un tipo de información, según Ana Gómez de Escauriaza, psicóloga y neuropsicóloga de la Clínica López Ibor (CLI).
