Por; Monica Rijo
En una ocasión un niño le dice a su padre: Papá te amo, el padre sonrojado por esa declaración de amor no dudó en abrazarlo y decirle: Hijo, yo también te amo.
En ese momento el padre pudo vislumbrar el rostro alegre de su niño, fue un momento perfecto y un deleite a la vez.
De igual manera Dios nuestro padre celestial nos dice en su palabra cuánto nos ama, Jeremías 31-63 dice: Con amor eterno te he amado por tanto, te prolongue mí misericordia. Dios nos ama de manera incondicional pero a veces nos cuesta entender esta gran verdad en nuestras vidas y esto se debe a las heridas, desilusiones y traiciones que hemos experimentado, llegando al punto de hacernos sentir que no merecemos el amor de Dios.
Lo cierto es que su amor cubre multitud de errores, está vigente para toda la humanidad y al recibirlo obtenemos grandes beneficios, es incondicional no tiene fronteras, no conoce los límites y no se envanece.
Si no has experimentado el amor de Dios en tu vida te invito hacer está oración:
Señor, Reconozco que moriste por mí, gracias por amarme sin condición te pido que me permitas experimentar el perfecto amor que solo en Tí puedo encontrar, en el nombre de Jesús Amén!!!
Por; Monica Rijo
