El miedo es una emoción que sentimos cuando estamos frente a una amenaza, también eso que sentimos antes de emprender un proyecto porque todos le tememos al fracaso, unos más que otros, pero lo sentimos.
A menudo queremos ocultarlo, hacernos el fuerte, queremos que nuestro cerebro capte la idea de que todo lo podemos y es en ese pequeño punto donde estamos propensos a fallar o a no cumplir las expectativas de aquello que queremos realizar.
Está claro que no podemos dejar de sentir miedo, pero si podemos reducir la cantidad de veces que fracasamos a causa de este. primero que nada, debes tener claro que no eres todo poderoso, eso solo es Dios, tú no te creaste a ti mismo te creo Dios, el es el dueño de la sabiduría y solo la da a quienes entienden que él es todo poderoso.
Segundo te digo que todo lo que emprendas lo pongas en las manos de Dios, pídele dirección, pregúntale como, presta tu oído a escuchar su voz, pon tus manos a su disposición, pídele con fe, recuerda que dice en Marcos 9:23: Y Jesús le dijo: si puedes creer, al que cree todo le es posible.
Tercero aprende de los errores, no te condenes, si te caes levántate en el nombre de Jesús, declárate en victoria, no te des por vencido, lucha con la fuerza de tu señor Jesucristo, recuerda que el gran yo soy nunca ha perdido una batalla y la tuya junto a él no será la primera.
Cree, emprende con proyectos que no ofendan a Dios, déjate dirigir por él, sumérgete en Dios y déjale obrar y medio de la batalla no sentirás miedo sino gozo, porque en su presencia el gozo no falta y la victoria es segura.
Lic. comunicación social, guionista de no ficción.